domingo, 16 de abril de 2017

Olas en la orilla

Fofo de Natalia Valdés. Sant Elm

Una y otra vez; insistentemente; hasta el incansable infinito, las olas acariciaban las rocas de la orilla; suavemente las cubrían mojándolas con una fina capa de agua salada. Brillaban como agradeciendo el frescor con que eran saciadas. Hipnotizada por el baile acompasado, sus ojos no se apartaban de la orilla de la playa.
Como sus pensamientos, el sonido de las olas repicaban en sus oídos. No era molesto. Quizás un poco perturbador. ¿Era el presagio de lo inevitable?
El murmullo de la gente apenas era audible. Sólo los interrogantes y aquellas olas resonaban en su cabeza.
Ella también tenía necesidad de ser saciada con la suavidad de la pasión que el deseo desata. Con la fragilidad de la primera vez. Con la curiosidad de quien abre un regalo.
Tenía miedo...



Sheila Lumen

Eran las ocho menos diez minutos cuando pedimos dos Riberas del Duero a la camarera que atendía la barra del bar. Una muchacha se acercó a...